El 19 de julio de 1849 Isabel II
sancionaba en San Ildefonso la Ley de Pesos y Medidas.
La medida se halla
esencialmente presente en la vida del hombre. Su necesidad siempre asido tener un sistema que
proporcione una idea exacta o lo más exacta posible.
Medir no es más que comparar una
cantidad con otra que previamente
se ha tomado como patrón inmutable.
El hombre comienza a formar su
sistema de medidas, partiendo de los elementos que encuentra en la Naturaleza y
de su propio cuerpo; las semillas de las plantas y los miembros de su cuerpo
serán los primeros
patrones.
El peso de algunas semillas fue tomado como medida fundamental.
Como ejemplo veamos el peso
medio de algunas semillas: algarrobo, 0,192 gramos; arroz, 0,036 gramos; maíz,
0,128 gramos; trigo, 0,048 gramos; centeno, 0,128 gramos.
El origen de las medidas conocidas con los nombres de: dedo,
pulgada, palmo, pie, codo, paso y braza, son las extremidades del cuerpo
humano. Posteriormente se construyen patrones que abarcan a varias de estas
unidades, así por ejemplo, la vara o medida de tres pies.
Si retrocedemos en el tiempo, y tomamos las medidas
de mayor a menor, encontramos que estas últimas nos remiten siempre a unidades
basadas en la Naturaleza. Por ejemplo, la carga, en Cataluña, equivale a tres quintales, el quintal a
cuatro arrobas, la arroba a veintiséis libras, la libra a doce onzas, la onza a
cuatro cuartos, el cuarto a cuatro adarmes y el adarme a treinta y seis granos. Lo mismo ocurre
con las medidas de longitud y las de capacidad.
En este antiguo sistema no hay norma fija para dividir o
aumentar las unidades, existen divisiones para todos los gustos: en dos mitades, en cuatro, en seis, en ocho, en
doce, etc.
En el antiguo sistema de medidas,
tenemos que, en la
provincia de La Coruña, las medidas de superficie llegan a tener veinticuatro valores diferentes. La
misma situación existe
en otras provincias cuyo problema es muy similar, así por ejemplo, Lugo, Jaén,
Granada, etc.
Existe una clara relación entre
la situación política y la de las monedas, pesas y medidas.
En España, esto no se produce
hasta que se unificaron las Coronas de León y Castilla, y el primer documento
que habla de unificación es de 1261, privilegio otorgado a Toledo por Alfonso
X, y fechado en Sevilla el 7 de marzo.
Hacia el año 200 a.c. los romanos
inventaron un instrumento para pesar conocido como romana de gancho, que se difundió
por todo su basto imperio. La romana presenta la originalidad de un astil asimétrico,
en cuyo extremo más corto pende un gancho, ( que más adelante se le añadió un
plato ) del que se cuelga la mercancía y
por el largo dentado y graduado, se desliza un peso fijo.
Estos intentos serán vistos con buenos
ojos, importantísimo y utilísimo proyecto de igualación de pesos y medidas en
todos los Reinos y Señoríos que componen esta Monarquía.
Junto con estas disposiciones
aparecen las medidas que se han de utilizar, así como los castigos que tendrán
aquellos que las falsifiquen. Años antes, en
el Ordenamiento dado en Valladolid el 30 de agosto de 1255, se establecían
también castigos para los que utilizasen medidas falsas. En 1263 se volverá a ordenar las penas
por dicha infracción. Pocos años después se dictan de nuevo las medidas a
utilizar y que serán las mismas que en 1261.
Alfonso Xl, en Segovia en 1347, y
en Alcalá en 1348, insiste en el mismo sentido unificador, ordenamos y mandamos
que en todas las ciudades, villas y lugares de nuestros reinos los pesos y medidas
sean todos unos. Enrique II también toma partido para conseguir que se utilicen las mismas medidas,
en 1369 en Toro y en 1373 en Burgos.
Insiste en el cumplimiento de las medidas
establecidas y recuerda la obligación de que las equivalencias sean las mismas.
Por su parte, Juan II, en
1435, dicta las medidas que se han de emplear
“para el vino se tomará
la medida toledana, y para el pan la de Avida”. Un año más tarde, en las Cortes de
Toledo, se ordenará y regulará dicha ley,
estableciendo que “todas las
personas de estos nuestros reinos, usen, y la justicia los hagan usar de aquí
adelante, de las dichas medidas”.
A pesar del interés de los Reyes,
la unidad no se consigue, ante esta situación, Enrique IV, en 1462, se ve
obligado a insistir en la necesidad de cumplir las leyes de unificación. A los
Reyes Católicos también les preocupará el tema, y en Tortosa en 1496, advierten
sobre los perjuicios que se derivan del desorden existente y de la necesidad de
llevar a la práctica las leyes dadas por sus antecesores.
Su sucesor, Carlos 1, que tiene
que regir un Imperio y que conoce lo que significa la diversidad y las
dificultades que esto entraña en política, no será insensible a este problema e
intentará solucionarlo.
Felipe II, en las Cortes de
Madrid de 1563 y en El Escorial en 1568, dicta de nuevo las medidas de la sal,
aceite y otras especies, y la unidad de pesos y medidas respectivamente.
Carlos IV por orden del 6 de enero
en la Circular del Consejo del 20 de febrero de 1801, plantea de nuevo la “
igualación “. Manda que se tomen por normas los pesos y medidas que están en estos
Reynos. “ El estadal, la aranzada y la fanega de tierra. Los granos, sal, etc., el
cahiz de 12 fanegas. Para el aceite la arroba. El resto de los líquidos se medirán por cántaras o arrobas.
La medida de peso será la libra de 16 onzas.
Balanza ordinaria: consiste en una palanca de primer género, llamada cruz de la balanza, cuyo punto de apoyo se halla en su mitad; a las dos extremidades de la cruz están suspendidos los platillos, sostenidos por cordones o cadenas, y destinados a recibir, uno, los objetos que se quieren pesar, y el otro, las pesas. La cruz se halla atravesada, en su parte media, por un prisma de acero, que se llama cuchilla, y que descansa, por un corte agudo, sobre una chapa de ágata o acero bruñido, para disminuir el rozamiento. Por último, en la cruz hay fija una aguja o fiel, que oscila delante de un arco graduado, cuando la cruz está bien horizontal, el fiel corresponde al cero de la graduación.
A pesar de la importante colaboración de los otros paises, Francia fue quien impulsó de una manera más efectiva la creación del S. M. D. Es , Van Swinden quien presenta el modelo de “ Metro “.
En 1791 la Academia de Ciencias de París aprueba esta
medida ya que prefiere un modelo que estuviese basado en la Naturaleza, y
definió como unidad fundamental, la diezmillonésima parte del cuadrante del
meridiano terrestre. A dicha unidad se la designó con el nombre de “metro”. En
este mismo año comienzan los trabajos de medición del arco comprendido entre Dunquerque
Norte y Barcelona Sur. Científicos españoles como Jorge Juan, o Antonio de Ulloa son miembros
de la Comisión que
debía medir en Quito un arco de meridiano.
En 1847 Roca de Togores, ministro del ramo en el
gabinete de Martínez de Irujo, presentaba ante las Cortes la decisión del
Gobierno de aceptar la propuesta de una comisión de expertos para la
introducción del sistema métrico en España. Decía el ministro que tal propuesta
era aceptada por cuatro razones: por la invariabilidad del metro, por estar ya
admitido en Francia, por estar muy difundido entre nuestros sabios y
comerciantes y, finalmente, porque también los españoles habían participado en
la medición del meridiano. Aunque reconocía, textualmente, el temor a las
innovaciones peligrosas por las resistencias que opondrán los hábitos
envejecidos.
Balanzas de suspensión inferior: aparecieron bajo el nombre de balanzas inglesas, y
también con la denominación de balanzas de Roberval, porque
eran, en efecto, una aplicación de un principio de las palancas dado por este
geómetra, profesor de matemáticas en París, en el siglo XVII. La balanza es una
combinación de la balanza de Roberval y de la de Quintenz, debida a Béranger,
fabricante de Lyon. Su construcción está basada: 1.º en que el movimiento de
los platillos se verifique exactamente en línea recta; 2.º en que el estado de
equilibrio de la balanza sea independiente de la posición de la carga de los
platillos, condición que existe teóricamente en la balanza de Roberval, pero
que no se consigue rigurosamente en la práctica, a causa de los rozamientos.
Aquí, en esta pagina podéis ver una relación con todo tipo de balanza y pesas:
http://www.isasc.org/Tutorial/Scale-Types.html
El 19 de julio de 1849 eran
nombrados los miembros de una Comisión de Pesos y Medidas con la función de
garantizar la reforma emprendida por el Estado y de la que formaron parte
científicos como Alejandro Oliván, Joaquín Alfonso, Juan Subercase y Vázquez Queipo
, incluido éste, quizá, por su autoridad, a pesar de sus declaradas opiniones
más el director general Cristóbal Bordiu, el senador Vicente Sancho y el
profesor del Conservatorio de Artes Rafael Escriche. Poco después se les
adjuntaron otros científicos destacadas y también vinculados a tareas políticas
como Manuel Ma de Azofra, Lucio del
Valle o Buenaventura Carlos Aribau.
El primero de sus trabajos fue el de conseguir
prototipos acreditados del metro y del kilogramo. Para ello, Joaquín Alfonso,
director del Conservatorio de Artes, realizó varios viajes a París. Auxiliado
por el embajador y por varios miembros de la Academia de Ciencias francesa,
estableció contactos con los mejores fabricantes de instrumentos de precisión
de la época, como Froment y Gambey. Del primero de ellos fue adquirido un metro
de platino de sección triangular, que definía la longitud metro a 0°C en dos de sus caras,
y un kilogramo cilíndrico también de platino.
Uno de los problemas más complejos y
duraderos que hubo en la organización económica de España del siglo XIX fue el
de la adopción de un sistema monetario viable.
Uno de los autores y expertos en
cuestiones monetarias que mayor actividad publicista desplegó, en estos años,
fue Vicente Vázquez Queipo. Aunque sus propuestas nunca se tradujeron de forma
íntegra en textos normativos, sus ideas fueron, en buena parte, recogidas por
los legisladores; algunas de sus previsiones se cumplieron y, en todo caso, sus
escritos constituyen una positiva fuente de información histórica.
En 1838 recibió, por Real Orden de 22
de abril, el encargo de redactar un proyecto de ley
sobre la uniformidad y reforma del
Sistema Métrico en España.
La inestabilidad política que
experimentó España entre 1823 y 1843, es decir, desde la
segunda reacción absolutista de
Fernando VII y el comienzo del reinado de Isabel II, una
vez acabada la primera guerra carlista
y la Regencia de Espartero, ocasionó un considerable retraso en la definición
de un sistema monetario moderno y en la unificación
de los pesos y medidas en toda la
nación.
A comienzos de 1846 Vázquez Queipo
remitió desde Cuba el proyecto de reforma que había formado, sin recibir
respuesta del Gobierno, a pesar de haberse nombrado una nueva comisión para
llevar a cabo el arreglo de las pesas y medidas. Vázquez Queipo volvió a la
Península en ese mismo año y se preocupó por conocer los motivos por los que su
plan de reformas había sido postergado, en concreto por el Ministro de
Gobernación, Javier de Burgos. No obtuvo satisfacción de este Ministro y sí
alguna manifestación de acogida por parte de Pedro José Pidal, que ocuparía
dicha cartera a partir del mes de abril del mismo año. Pidal mandó pasar el
plan de Vázquez Queipo a la comisión encargada de diseñar el nuevo proyecto de
ley. Dicha comisión optó por proponer en contra de la idea de Vázquez Queipo la
adopción del sistema métrico decimal, vigente en Francia desde la revolución.
El Gobierno hizo suyo el proyecto y lo pasó a las Cortes, que finalmente
aprobarían por Ley de 19 de abril de 1849.
El 15 de abril de 1848 se
incorporo por Real Decreto el sistema monetario con base “Decimas”, Decimas deReal.
El 19 de julio de 1849, Isabel II
dicta una ley estableciendo un solo sistema de medidas y pesas en todos los
dominios españoles. Será a propuesta del Ministro de Comercio, Instrucción y
Obras Públicas, Juan Bravo Murillo.
En ella se sientan las bases para
su futura aplicación, estableciendo los patrones de las distintas medidas, así
como los múltiplos y submúltiplos; igualmente se dieta que las primeras tablas
de equivalencia entre las medidas que se utilizaban y las nuevas se deberían
confeccionar antes del primero de julio de 1851. El Gobierno se compromete a
enviar antes del primero de enero de 1852 la colección de las nuevas medidas a
las capitales de provincia.
Sera obligatorio en la enseñanza
obligatoria del S. M, a partir del 1 de enero de 1852.
El 16 de noviembre de 1852, por
una Real Orden circular del mismo ministerio, se dispone que en el presupuesto
de cada una de las
provincias se consigne la cantidad de dos mil reales para adquirir pesos
y medidas tipos. Esta cantidad se incremento en 2000 reales más el 8 de enero
de 1850 para la adquisición de la colección de los tipos patrones de los pesos
y medidas, que serán patrones oficiales.
En Julio de 1853 el Ministerio de
Fomento habrá de entregar a los distintos Ministerios las colecciones de pesas y medidas,
así como las básculas y todas ellas debidamente
contrastadas. Por
un Real Decreto de 23 de diciembre de 1853 se aplaza por un año y se fija como
nueva fecha 1855, ya que una
subasta de 56 de ellas adjudicada a la Fundición Barcelonesa de Bronces iba a
demostrar la incapacidad de la industria nacional para dar salida al problema
técnico de la reforma.
Sus deficiencias respecto de las
homólogas traídas de París, su escasa calidad material y metrológica, alargaron
los trabajos de cotejo durante dos años. La dificultad para una industria nueva
en España y la imposibilidad de importarlas
desde Francia, en consecuencia con la filosofía proteccionista del momento para
la industria nacional, presentaba ante los ojos del Estado un problema
insalvable. La verdad del sistema métrico en España exigía, como mínimo, unas
1200 colecciones para dotar a las capitales, a los municipios cabeza de partido
y a los ministerios, mientras que la industria nacional tardaba dos años en
fabricar 56 y, como siempre se reconoció, de escasa calidad.
Un decreto dado por el ministro
Aristizábal el 31 de diciembre de 1852 era sincero con el problema: se aplazaba
en un año la introducción del sistema métrico por la imposibilidad de construir
colecciones en España en número y en calidad suficiente. Le siguió un segundo
decreto en 1853 por las mismas razones. Y todavía una tercero, el 4 de
noviembre de 1854 por Doménech, la aplazaba bajo el mismo argumento. Entre
1854, coincidiendo con las crisis políticas del final de la década moderada, y
1860 ni siquiera se dieron ya más decretos, y tan sólo dos reuniones de la
Comisión de Pesos y Medidas en estos seis años venían a demostrar que el primer
envite del sistema métrico en España estaba perdido. Como
igualmente lo estaba la posibilidad de declararlo obligatorio para todos los
ciudadanos en 1860 como preveía la ley.
Fue en la escuela donde el
sistema métrico sí encontró uno de los medios más adecuados para su difusión
social. Al momento de ser recibido en las aulas, en la década de los cincuenta,
la organización del aparato educativo se contaba ya como uno de los más grandes
éxitos de entre las reformas emprendidas por la burguesía en el poder.
Los pueblos que no son cabeza de
partido se verán obligados a adquirir la colección de tipos por Real Orden
circular de 7 de agosto de 1865 según esta orden deberán consignar la cantidad
para adquirir una de las tres colecciones de medidas que se establecen, según
la importancia de los mismos. La primera clase será para los pueblos que
ostenten la categoría de cabeza de partido, su coste será de 200 escudos; una
segunda clase cuyo precio es 100 escudos; y por fin, la tercera para aquellos
que no son cabeza de partido y cuyo precio es de 60 escudos.
El 19 de junio de 1867, por Real
Decreto del Ministerio de Fomento se fijan los plazos en que ha de regir el
Sistema Métrico Decimal de pesas y medidas, autorizando la transformación de
las de CastilIa, y determinando el establecimiento de almotacenes en las
capitales de provincia.
En 1868 el S. M. será exigible a
los particulares.
Para desarrollar la ley de pesas
y medidas, el 27 de mayo de 1868 se publica su correspondiente reglamento.
Aquí dejo algunos datos de pesos y medidas:
Unidades de longitud
.
1 legua=20000 pie = 20000/3 vara=5572 7m
1 braza=2 varas=1,67m
1 vara=3 pies=83 59m
1 pie tercia=27,86 cm
1 palmo=1/4 vara=20 90 cm
1 ochava=1/8 vara=10,45 cm
1 pulgada=1/12 pie = 1/36 vara=2 32 cm
1 dedo=1/16 pie = 1/48 vara=1,74cm
1 línea = 1/12 pulgadas = 1/432 vara = 0, 19 cm
1 milla inglesa= 1609 m
1 milla castellana = 1852 m
1 paso=100 cm
1 codo = 5 cm
Unidades de
superficie
La unidad de superficie en el sistema internacional es el
m2
En agricultura se utiliza la hectárea (ha), equivalente a
10.000 m2
Existen otras unidades de superficie, utilizadas todavía en
algunas zonas de España.
1 fanega de tierra=6439,56 m2
1 estadal=16 varas cuadradas =11,18m2
1 vara cuadrada
=0,6987m2
1cuartilla=1/4 fanegas=1609,89 m2
1 celemín=1/12 fanegas=536,63 m2
1cuartillo=1/4 celemín = 1/48 fanegas=134,16 m2
1ochavo=1/8 celemín = 1/96 fanegas=67,08 m2
1ochavillo=1/16 celemín=1/192 fanegas=33,54 m2
1vara cuadrada = 9
pies cuadrados = 0,69 m2
1pie cuadrado =
0,08 m2
Unidades de peso
1 quintal= 100 libras=4 arrobas=46 kg
1 tonelada =20 Quintales=920,16 kg
1 arroba=25 Libras=11,50 kg
1 libra=16 Onzas= 0,46 kg
1 marco=1/2 Libra=8 Onzas=0,23 kg
1 cuarterón= 1/4 Libra=0,12 kg
1 onza=8 Ochavas=16 Adarmes=28,76 g
1 Fanega de trigo=94 Libras=43,25 kg
1 Fanega de centeno=90 Libras=41, 441 kg
1 Fanega de cebada=70 Libras=32,205 kg
Unidades de
capacidad para vino
1 arroba de vino = 13, 16 litros (1 arroba de aceite=12,
56 litros)
1 Moyo=16 cántaras=258,128 litros
1 Cántara=8 azumbres=16,133 litros
1 Azumbre=4 Cuartillos=2,0166 litros
1 Botella=1,5 Cuartillos=0,75623 litros
1 Cuartillo=4 Copas=0,504 litros
1 Copa=1 cuarterón=0,126 litros
1 fanega= 2 litros
1 costal= 3 fanegas
Unidades de
capacidad para granos
Capacidad para Media fanega
Capacidad para Media fanega
1 Cahíz=12 Fanegas=666 litros
1 Fanega=12 Celemines=55,5 litros
1 Celemín=1 Almud=4 Cuartillos=4,625 litros
1 Medio=1/2 Celemín=2, 3125 litros
1 Cuartillo=4 Ochavos
Bibliografia:
El sistema métrico decimal su importancia e implantación en
España. Por Gustavo Fuente Felíz.
En Chile se adoptó formalmente el sistema métrico decimal en 1848. Previo a esto, se usaba uno derivado del sistema tradicional español. Una ley de 1843 fue la última norma que lo definió. Destacan:
ResponderEliminar- La unidad fundamental es la vara, definida como exactamente 836 milímetros. Se divide en tres pies o 36 pulgadas.
- 1 cuadra == 150 varas.
- Los áridos se miden en fanegas (==7200 pulgadas cúbicas), divididas en dos medias o en doce almudes.
- Los líquidos se miden en arrobas (3200 pulgadas cúbicas), divididas en 4 cuartas, 8 medias cuartas o 32 medios cuartillos.
- El peso se mide en quintales (correspondientes al peso de 3664 pulgadas cúbicas de agua pura).
- 1 quintal == 4 arrobas == 100 libras == 1600 adarmes == 4800 tomines == 57600 granos.
- El oro y la plata tenían subdivisiones propias (oro: 1 libra == 2 marcos o 100 castellanos).
El sistema era muy similar, pero con pequeñas diferencias que deben haber sido un gran problema para el comercio de entonces...
Hola Miguel Farah.
ResponderEliminarBuen aporte el que as hecho, me gusta.
La verdad es que son muy parecidads las medidas.
A mi me parece muy interesante el estudio de las medidas y pesos antiguos y compararlo con las actuales, sobre todo por el nombre que tenian en la época.
Un saludo y gracias por tu aportación.