“El
Maravedi, introducción histórica”.
En los
primeros años del reinado de Isabel II se labraron monedas de calderilla en
cobre de 8, 4, 2, y 1 “Maravedis”, en distintas cecas, años, con bustos y
leyendas diferentes.
En principio veremos una pequeña introducción histórica del origen del
Maravedi antes de entrar en el primer periodo de Isabel II.
Tras la muerte del rey Lobo -
Taifa de Murcia - (Muhammad ben Sad ben Mardanis), el Rey Alfonso VIII ya no
recibia moneda de oro del rey lobo de
forma regular en concepto de compensación por su alianza, como por el pago a las tropas
auxiliares cristianas y por supuesto por el tráfico comercial entre ambos
reinos.
Reinos Taifas
Dinar Mohamad Ibn Saad – 1163 Murcia
Alfonso VIII, tomo la decisión de
acuñar su propio numerario de oro.
Esta moneda, realizada en Toledo y
escrita en caracteres árabes se empezó a acuñar en 1172 y con los mismos tipos se mantuvo durante todo
su reinado y el de su sucesor, Enrique 1 (1214-1217), copiando en metrología y
tipos los dinares almorávides, aunque por supuesto cambiando el nombre de los
gobernantes y los mensajes religiosos.
Alfonso VIII realizó tomando como
modelo al dinar instituido por los almorávides.
Maravedi de oro acuñado en la ceca de Toledo en 1212. Procedente del
castillo de Alarcos
en Ciudad real. Apareció junto a otra moneda
idéntica cerca de la gran torre pentagonal.
El inmediato éxito de la nueva moneda
se debió a la uniformidad de su peso (4,05 gramos) y de su ley (870 milésimas)
que se mantuvo durante todo el tiempo que se acuñó, lo que le llevó a
convertirse en la moneda preferida para el comercio de oro en toda la zona
cristiana de la peninsula, y que era recordada con añoranza por los cronistas
de época de Alfonso X como una moneda buena y estable.
En los documentos esta moneda
aparece citada como “moravedis bonos alfonsis d’oro et de peso”, -“maravedis de
bono auro et de peso et de cruz”, y fueron
muy apreciados tanto dentro de la Península como en el resto del territorio de
la Europa cristiana occidental.
En cuanto al lugar de acuñación
de esta moneda no podía ser otro que Toledo, no tanto porque fuera la principal
ciudad del reino de Castilla, sino porque la ceca toledana de origen musulmana,
era la única preparada para acuñar monedas en lengua árabe, ya que en la ciudad
vivían muchos descendientes de los mozárabes que habían convivido con el Islam
durante más de tres siglos y que manejaban aún con soltura esta lengua semita.
TOLEDO
La ceca de Toledo comenzó con los reinos de
taifas, independientemente de que en épocas anteriores se acuñara moneda. En
1680 se cerraron los talleres y en 1745 Toledo durante el siglo XVI tuvo un
gran desarrollo y su historia estuvo muy ligada a su ceca en los aspectos políticos
y sociales hasta su desaparición.
“El maravedí de oro alfonsí nace
por una clara necesidad económica, se ha acabado el flujo de oro musulmán y es
necesario acuñar una moneda que sustituya a la que ha desaparecido”.
Tras las últimas emisiones del maravedí
de oro por Enrique 1 (1214-1217), que mantenían el nombre de Alfonso VIII, esta
moneda desapareció de la circulación para convertirse en moneda de cuenta,
siendo sustituido como moneda física de oro por la dobla almohade y su
imitación, la dobla castellana, acuñada por primera vez por Fernando III.
Durante el reinado de Alfonso X
hubo un intento para que el maravedí, esta vez como gran pieza de plata,
volviera a ser una moneda física. De hecho se acuñaron maravedís y divisores
(medios y cuartos), pero esta reforma no sobrevivió a su creador y la plata
castellana tuvo que esperar al reinado de Pedro 1.
Durante toda la posterior Edad
Media el maravedí fue moneda de cuenta, que mantuvo su fuerte arraigo en toda
la sociedad castellana, hasta que en época de los Reyes Católicos se llegó a
oficializar su uso en todas las cuentas.
La llegada de la dinastía de los
Austrias abrió un nuevo capítulo en la historia de esta moneda, ya que estos
monarcas decidieron dar su nombre a las nuevas especies monetarias que acuñaron
en vellón y luego en bronce.
La crisis económica del siglo XVII es conocida
como la crisis del maravedí y sólo la llegada de la nueva dinastía borbónica
revitalizó y saneo a esta vieja moneda.
1 Maravedi Carlos III.
Carlos III le dio unos nuevos
tipos y con ellos ya se mantendría inalterable hasta el siglo XIX, cuando la
reforma monetaria de Isabel II lo hizo desaparecer al imponerse oficialmente el
sistema del real (1848), aunque después de esta fecha se siguieron acuñando
monedas de 8, 4, 2 y 1 maravedí con el busto antiguo de la Reina.
Acabaron así casi 700 años de historia de una
moneda, la única en todo el mundo que ha pasado por ser de cuenta y física, y
que ha sido acuñada en oro, plata, vellón y bronce.
Bibliografia: Jose Maria de Francisco Olmos.( EL MARAVEDÍ DE ORO DE ALFONSO VIII)
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