Una de las cosas que más nos intriga,
nos llama la atención y nos gusta de la numismática es sin duda las marcas y
las iniciales de los ensayadores.
Aquí tratare de forma breve desde la
Edad Media hasta Isabel II los pasos que se dieron en cuanto a los ensayadores
y método de ensayar.
La reforma de la moneda en Castilla operada por
los nuevos monarcas católicos se había iniciado dos décadas antes, a través de
la creación de una nueva pieza de oro, el excelente, y con la aparición de
nuevos reales de plata emitidos ahora a nombre de Fernando e Isabel, cuya labra
fue regulada por una Ordenanza de 1475 que fue enviada a las cecas de Toledo y
Sevilla. Pero fue en el año 1497 cuando los Reyes Católicos ultimaban el
necesario proceso de cambio en la amonedación castellana al dictar en la ciudad
de Medina del Campo su famosa Pragmática de 13 de junio.
El nuevo sistema monetario que se adecuaba a los patrones vigentes en
ese momento en Europa y que quedaba integrado
por las nuevas monedas en los tres metales eran: El Excelente de
granada ( en oro), El real ( plata ) y la Blanca ( en moneda de vellón ).
En estas nuevas innovaciones del recién creado numerario castellano se
sumaron ahora nuevas marcas sobre las monedas con el fin de garantizar la
legalidad de la ley del metal que contenían las diferentes especies acuñadas.
Fernando e Isabel conocían los malos sistemas
monetarios y económicos que Enrique IV había tenido a lo largo de su reinado,
la excesiva concesión de licencias de apertura de casas de moneda y la elevada
cantidad de emisiones de monedas fraudulentas y de escasa ley que habían sido
fabricadas en las numerosas cecas distribuidas por todo el reino, en los
últimos años del reinado de Enrique IV los talleres monetarios se estiman en
más de un centenar y por el Ordenamiento que el rey Enrique IV emitió en la ciudad de Segovia el
10 de abril de 1471 las cecas fueron reducidas a 6, Burgos, Toledo, La Coruña,
Sevilla, Segovia y Cuenca.
Los
Reyes Católicos tras la desastrosa política monetaria del hermano de Isabel
actuaron rápidamente autorizando expresamente que se acuñasen monedas en las
seis cecas que habían sido legalizadas
por Enrique IV, hay que decir que se agrego una ceca más, la antigua ceca árabe
de Granada.
En todo
este asunto lo más complicado era el que afectaba al problema de la
falsificación y a la escasez de la ley de las monedas por falta de control por parte de las
autoridades estatales incapaces de controlar la pureza de los metales tanto en
pasta como ya acuñada la moneda.
En las
acuñaciones de moneda romana ya se colocaba el nombre del magistrado
responsable en las monedas acuñadas para
que la legalidad de la ley del metal
acuñado se ajustase, también se podía saber mediante un símbolo personal ó mediante una abreviatura.
En la
Edad Media existía ya la práctica de colocar sobre las monedas labradas y junto
a la marca del taller monetario alguna señal o símbolo que hacía referencia a
la calidad del metal acuñado.
Sin
embargo en el reinado de Enrique IV todo este procedimiento se perdió.
Fernando
e Isabel preocupados por la necesidad que este problema conllevaba decidieron
poner alguna marca que respondiese de la
ley de cualquier moneda labrada en alguna de las siete cecas oficiales
castellanas, para garantizar y evitar acuñaciones fraudulentas y de escasa ley.
Los
Reyes católicos decidieron que el ensayador debería poner de forma clara en
todas y cada una de las monedas labradas en cualquiera de las siete cecas
oficiales del reino su marca o sigla para saber quien había efectuado el ensaye y se responsabilizase que la ley de los
metales con que habían sido fabricadas las piezas en cada una de las cecas era
correcta, punzón que además debería ser perfectamente conocido por todos, lo
cual se mando escribir ante el escribano de la casa, por si faltase ley se sepa
quien fue el ensayador, el tallador de cada casa tenía la obligación de poner
en los cuños la señal del ensayador estando el escribano delante y anotando la
señal para que quedase anotado para siempre.
El
ensayador solía ser una persona de confianza y que conocían a la perfección el trabajo
y el ensaye de los metales preciosos
solían ser por mayoría, aunque no todos “plateros - orfebres”, que en el
siglo XVI podemos nombrar a, Juan de Morales (quien trabajó en la ceca de
Burgos), Alejo de Montoya (en la de Toledo), Francisco Téllez (en la de
Granada), y el gran maestro y excelente platero Juan de Arfe y Villafañe, que en el año 1596 recibió el nombramiento de
ensayador de la Casa Vieja de la Moneda de Segovia.
El
ensayador llego a ser una persona de gran prestigio y reconocimiento social,
era el encargado de determinar la ley de los metales acuñados. Su trabajo tenía
una extraordinaria importancia, pues la aceptación de la moneda dependía del
valor del metal en que estaba labrada.
El
Ordenamiento de 1497 también contenía
numerosas referencias a las tareas y obligaciones de este funcionario de la
moneda especificándose cómo debía
efectuarse el ensaye de los metales.
*Ensayo de metales por toque ó método de
puntas.
El
"ensayo de metales" permitía conocer la proporción de plata y cobre
en las monedas de oro, ó cobre en las monedas de plata, en la antigüedad la forma más sencilla de
comprobar la ley de los metales era el “Toque” ó “método
de puntas”, el cual les permitía un cálculo aproximado mediante una comprobación
visual y de ahí se sacaba la más precisa equivalencia según color.
Este método se conocía ya desde la Grecia clásica y se
prolongo hasta finales del siglo XIX.
La piedra “toque” solía ser dura de grano fino y lo más
importante de color negro. ( de color
negro porque al rozar un metal en ella dejaba más visible la señal ).
Este método consistía en frotar una pieza de oro, plata o
cualquier mineral sobre una piedra negra( posiblemente basalto), y comparar el color dejado con unas varillas
de muestra preparadas previamente con extremos cubiertos de plata u oro de
distinta ley, después el ensayador hacía
una comprobación visual para decidir la equivalencia más precisa según el
color.
( El ensayador ya tenía preparado un muestrario de muchas
puntas y diferente ley ).
Introduciendo una copela en el horno durante una operación de ensayo.
Grabado
procedente de la obra de Juan de Arfe, Quilatador de plata, oro y piedras.
*Ensaye por copela ó por fuego.
Otro método oficial que empezó allá por la edad media y continúo casi
hasta la Edad Contemporánea fue el que aun hoy conocemos como el de “
Copelación”, que en su época se le conocía por “ “ensaye por fuego”.
El
ensaye por fuego era una afinación de precisión ya que las cantidades de metal
utilizadas en cualquiera de las operaciones eran lo más pequeñas posibles, aunque
también se tenía en cuenta que su peso fuera más o menos igual a las cantidades
utilizadas en la fabricación de las piezas para facilitar los cálculos.
El
ensaye de la plata, una vez pesado la cantidad que se quería analizar,
consistía en fundir la cantidad elegida junto con otra cantidad determinada de
plomo en unos pequeños recipientes que se emplean para fundir alguna materia a muy alta temperatura especiales llamados copelas, en hornos introduciendo
la copela en un recipiente llamado “ mufla” que concentraba el calor e impedía la caída de impurezas en el
interior de la copela.
*Mufla; Hornillo en forma de copa, que se coloca dentro de un horno para
reconcentrar el calor y conseguir la fusión de diversos cuerpos, con el
objetivo de obtener cenizas, es decir, calcinar las muestras.
* Copela; Se trata de un plato casi plano en forma de cono, de fondo grueso, hecho de cenizas de huesos calcinados ( Cendra ), usado en la obtención del oro y la plata.
* Copela; Se trata de un plato casi plano en forma de cono, de fondo grueso, hecho de cenizas de huesos calcinados ( Cendra ), usado en la obtención del oro y la plata.
* Cendra; Pasta de cenizas de huesos que se usa en las copelas.
COPELAS
El
plomo desaparecía durante el proceso llevándose con él otras posibles
impurezas, dejando en la cavidad de la copela una bola de plata pura, cuyo peso
se comparaba con el de la muestra inicial para calcular la cantidad de liga y,
por tanto, la ley. Como el plomo siempre se presenta con una cierta cantidad de
plata, había que ensayar también el plomo utilizado, en cantidad igual a la
empleada en el ensaye, y descontar la cantidad de plata aportada por él al
experimento, lo que se hacía colocando en el plato de las pesas de la balanza
el peso equivalente a la plata extraída del plomo o la propia muestra de plata
procedente del ensaye del plomo. De esta forma, el resto de las pesas indicaban
el peso exacto de la plata contenida en la muestra.
Para
ensayar el oro por este método, una vez eliminado el cobre por copelación, era
necesario separar la plata mezclada con el oro mediante el recurso a baños de
aguafuerte.
En este
caso las cantidades que se ensayaban eran muy pequeñas, por lo que tanto los
pesos (balanzas) utilizados como las pesas tenían que ser de una precisión
extrema.
Las
pesas dinerales utilizadas en el ensaye eran fabricadas por los propios
ensayadores.
También otro método de ensayo y mas entrada la edad moderna, consistía
en extraer un trozo del metal a analizar, se calentaba en un horno y una vez
caliente se le daba forma haciendo con él una lamina fina, una vez fría se pesaba en una bascula de
precisión. A continuación el ensayador tenía que utilizar un hornillo para
eliminar por evaporación los metales menos nobles, como plomo y cobre.
Según una tabla que tenían los ensayadores comprobaban la diferencia entre el peso del metal ya
refinado y el peso original determinaba su ley.
En las
monedas acuñadas a nombre de Isabel II podíamos ver las iniciales de los
ensayadores en las monedas acuñadas desde 1834 hasta 1852 tanto en la plata
como en el oro.
Las
marcas técnicas, se colocan en la leyenda del reverso, bajo el escudo y en
sentido
contrario a la leyenda principal, para que puedan ser identificadas rápidamente.
Marca de ceca Marca de ensayadores
Ensayadores del periodo de Isabel II:
CR: José Luis Castroviejo
y Francisco Rodríguez
CL José Luis Castroviejo y Eugenio Lara .
NC Antonio Rafael Narváez
y José Luis Castroviejo.
DG:
José Duro Garcés
RD: Benito
de Rojas y Joaquín Delgado Díaz
RD:
Benito de Rojas y Vicente Delgado.
PS: Francisco
Paradaltas y Simeón Solá
i Roca
SM: Simeón
Solá i Roca y Francisco Miró
Félix Miguel Peiró y Rodrigo
Tras la primera reforma
monetaria que fue el 15 de abril de 1848 supuso que a partir de 1850 fuesen sustituidas las tradicionales marcas de ceca por estrellas con
diferente número de puntas, y en 1850 desaparecen en Madrid y Barcelona las siglas de los
ensayadores y en 1852 desaparecen en
Sevilla.
Sitios de referencia:
http://www.historialia.com/detalle/184/enrique-iv-de-castilla
El Arte de ensayar oro y plata, por don bernardo Muñoz de Amador.
El arte de los metales, por Alvaro Alonso Barba.
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