PRENSAS A VOLANTE CON SISTEMA DE DROZ
El hierro para uso industrial fue descubierto el año 1500 a.C. en Medzamor Ereván, capital de Armenia y del monte Ararat. La tecnologia del hierro se mantuvo mucho tiempo en secreto. Su difusión comenzó a extenderse hacia el año 1200 a. C. Los celtas habían difundido la técnica de elaboración del hierro en Europa. Así lo confirman el yacimiento de Hallstatt, ( 1000-900 años a.C. ) y el de "La Tene" (500 años a.C.) donde los utensilios hallados presentan una evolucion en relacion con los de "Hallstatt".
Los hombres que separaron el hierro del mineral, se puede decir
que fueron los primeros forjadores. Esta operación la realizaron primeramente
golpeando con piedras, hasta que lograron confeccionar útiles adecuados, entre
otros el martillo y la maza.
Los forjadores batian a fuerza de brazos, la masa de hierro que producían en las antiguas "ferreas de viento" para transformarlas en tochos. Prácticamente hasta la edad media, calentando el hierro en rudimentarias fraguas, este material solo se empleaba para fabricar armas y pequeños utensilios.
El desarrollo y generalización de la máquina-herramienta, fue
principalmente un logro del siglo XIX, aunque en realidad sus comienzos se
remontan a muchos años atrás.
Aunque anteriormente, durante muchos siglos, las estructuras
de las máquinas - herramienta eran de madera, a partir de principios del siglo
XIX están compuestas de estructuras metálicas, y mecanismos cinemáticos para
lograr los movimientos de trabajo necesarios en cada caso.
El desarrollo industrial del siglo XIX fue posible por el
desarrollo y empleo de diversos tipos de máquinas y procesos de trabajo,
aplicados a la fabricación de piezas metálicas de todo tipo de máquinas,
estructuras y componentes.
Las monedas más primitivas eran pequeños discos metálicos (se
le denomina "Cospel") en los cuales se imprimía por medio de un golpe
en un troquel grabado (Cuño) una marca en uno de sus lados (anverso). Estas monedas
reciben el nombre de "incusas" y se caracterizan porque presentan la
misma imagen por los dos lados: en una en relieve y en la otra en hueco.
En el Renacimiento se
logran avances en la acuñación logrando por medio de maquinaria la acuñación
precisa y la dificultad del robo de materiales. Durante el Renacimiento, la moneda se convirtió en el
primer producto fabricado mecánicamente en serie, millones de piezas idénticas.
Los pequeños talleres de la edad media se convirtieron en grandes Cecas
mecanizadas. La primera de estas cecas tuvo lugar en Ausburgo en 1550.
La prensa a volante o
prensa de balancín ya fue dibujada o diseñada por Leonardo da Vinci, ( 1452–1519 ), dejo dibujos
que nos indican que el concepto de la prensa de volante nace en esta época.
La prensa a volante para
la fabricación de moneda fue llevada a cabo en 1508 por el artista florentino, Bramante, para acuñar medallas de plomo,
que es uno de los metales más blandos y que no se endurece bajo la presión de
los cuños. Treinta años más tarde, un compatriota suyo, escultor, joyero y artista,
Benvenuto Cellini, acuñó monedas de oro para el Papa Clemente VII, con esta
técnica y dejó una descripción completa de la prensa que construyó. Pero las
primeros volantes no tenían la fuerza necesaria para acuñar más que pequeñas
piezas.
En 1551, el
rey francés Enrique II crea una nueva ceca en París, la maquinaría obra de
ingeniero alemán de Ausburgo, Max Schwab, contaba de un molino movido por
fuerza hidráulica capaz de crear tiras metálicas lisas y del grosor deseado, de
una máquina manual de corte que agujereaba la tira cortando así los cospeles y
de una prensa para acuñar. Schwab podía producir monedas perfectamente redondas
lo que indica que usaba virola. Schwab fracasó en su intento de vender su
maquinaría a cecas en Alemania e Italia. Tras años de oposición de los
monederos franceses que seguían acuñando a martillo, por el 1641 la prensa
volantes estaba finalmente en uso en la ceca de París. La misma oposición
encontró por los monederos ingleses pero en 1652 ya estaba operativa la prensa
volante en la Royal Mint.
Las prensas
volantes estaban construidas en hierro forjado o bronce. El principal problema
de estas prensas es que al acuñarse la moneda el impacto pudiese romper el
troquel superior, para solucionar este problema se usaba un soporte rectangular
en el que se ajustaba el troquel mediante cuñas y posteriormente mediante
tornillos. Siendo característica la forma rectangular del troquel para este
tipo de prensas. Otros problemas de este método de acuñación, es que eran
necesarios al menos 4 trabajadores para girar el brazo debido a los contrapesos
y el acuñador no era difícil que pudiese perder sus dedos.
En las
prensas volantes el cuño móvil que impactaba correspondía al anverso, no como
en la acuñación a martillo donde el cuño móvil que era golpeado con la maza
correspondía al reverso.
A partir de mediados del
siglo XVII la prensa volante se extendió rápidamente por Europa, no sin
resistencia al cambio a una nueva tecnología por los trabajadores que
practicaban la acuñación a martillo.
Felipe V introdujo este sistema
en España, instalándolas en las Cecas de Madrid y Sevilla, hacia el año 1700 en
Madrid, más de medio siglo después de su introducción en las Cecas de Londres y
Francia, y en Segovia para las monedas de plata y oro sobre 1721 y
para el cobre en 1772. Mientras que en México se dispone su uso por
primera vez en el Nuevo Mundo en el año 1728, fabricándose columnarios de plata
y busto en oro con fecha de 1732.
(En Segovia se acuña con prensa automática a partir de 1866 y con
virola. Anteriormente a esta fecha fue con rodillo y después a volante y las dos utilizaron cerrilla).
Desde finales del siglo XVII hasta
finales del siglo XVIII hubo pocos cambios en las prensas volantes, a no ser
que cada vez se acuñaban monedas y medallas de mayor módulo.
Por
medio de un eje de tornillo, a cuyo extremo que se fijaba el cuño de reverso,
mientras que el anverso o "pila" permanecía inmóvil en la parte
inferior. El tornillo descendía y presionaba el cospel interpuesto accionando
un volante o brazo de balancín, que disponía de sendos contrapesos en sus
extremos que aseguraban la inercia descendente del mismo. La violenta fuerza
impulsora del mecanismo a tornillo era transmitida por varios operarios que
tiraban de unas sogas fijadas a ambos extremos del volante.
A
finales del siglo XVIII se dota a la prensa volante, de virola partida capaz de
acuñar leyendas en el canto y de alimentación de cospeles automática y la
retirada también automática de las monedas recién acuñadas, aportaciones del
artista Jean Pierre Droz y mecánico Philip Gengembre en la Ceca de París.
La acuñación
a volante, con el canto labrado, se hace obligatoria en España para todos los
metales. A partir de la Ordenanza de 1730, en los talleres dotados con molinos
éstos se utilizaran sólo para laminar los rieles o barras de metal. De igual
manera, se acababa con la acuñación de metales a cargo de particulares.
La prensa de
volante Austerlitz, se
instaló en 1832 en la Casa de la Moneda de Madrid y se utilizó para acuñar
monedas pequeñas. El nombre del modelo, Austerlitz, se debe a que las primeras
máquinas de este tipo se fabricaron en 1807 con los cañones capturados al
ejército ruso en la célebre batalla.
Prensa volante Austerlitz,
Altura: 77 cm. Anchura máxima: 40 cm.
Detalle de una maquina de volante
Fue MarianoGonzález de Sepúlveda, el grabador de la Casa de la Moneda de Madrid, quien bajo
la protección de Manuel Godoy, primer ministro de Carlos IV, se trasladó a París para aprender el
funcionamiento de la nueva prensa, Jean
Pierre Droz, célebre grabador y maquinista
le enseño el funcionamiento.
Mariano González de Sepúlveda
Mariano
Gonzalez de Sepulveda en su estancia en parís y durante el aprendizaje del funcionamiento
de la nueva prensa con el sistema Droz,
grabo y acuño una medalla cuya descripción es la siguiente:
Anverso: Los
bustos unidos a la derecha de Carlos IV y Maria Luisa, con la leyenda; UNON
AUGUSTA.
Reverso: Campo
liso y la incripcion: EVITANDO EL FRAUDE DILACION Y GASTOS, IDENTIFICA LOS SIGNOS Z ; Leyenda entre la grafila y el circulo que
encierra la inscripción: J.P. DROZ, INVENTOR DEL METODO DE MULTIPLICAR LOS
TROQUELES MDCCCI : virola con
inscripción en relieve.
Luego llego a
Madrid el Señor de Sepúlveda, en 1804
repitio la misma operación de acuñar en virola, acuñando a presencia de Carlos
IV, del príncipe de la Paz y de toda la corte la siguiente medalla:
Anverso: Igual
a la que se acuño en Paris; Los bustos
unidos a la derecha de Carlos IV y Maria Luisa, con la leyenda; UNON AUGUSTA.
Reverso: AL
GENERALISIMO PRINCIPE DE LA PAZ. POR ESTE BENEFICIO CONSAGRAN SU AGRADECIMIENTO
LAS ARTES EN ESPAÑA: leyenda entre la grafila y circulo de la inscripción: DROZ
INVENTO EN PARIS EL MODO DE MULTIPLICAR LOS TROQUELES. SEPULVEDA LO ESTABLECIO
EN MADRID MDCCCIV.
La virola es de
cinco segmentos con letras que componen la leyenda: ACUÑA SUPERFICIE Y CANTO A
UN SOLO GOLPE, que es la misma que acuñada en Paris.
La guerra de la
independencia que sobrevino inmediatamente y las demás turbulencias políticas
impidieron que se siguiese este método de acuñación, pero los esfuerzos y
suplicas de Sepulveda y a la gran protección que presto a las casas de la
moneda el ministro de hacienda D. Luis Lopez Ballesteros, se debe el que se
estableciese la acuñación en virola en la casa de moneda de Madrid, lo que se
verifico en 1833, como lo indica la siguiente medalla:
Anverso: Uno de
los volantes de la casa de moneda inventado por GENGEMBRE que es el que está en
uso en España y en todo Europa menos en Inglaterra donde esta en practica el de
Droz: a sus lados a la derecha una virola lisa, y a la izquierda una de tres cachos
dentro de otra lisa: en la parte superior una corona imperial radiante.
Exerjo: REAL
DEPARTAMENTO DE GRABADO.
Reverso: Campo
liso y la inscrepcion dentro de grafila: REINANDO FERNANDO VII Y MARIA CRISTINA
DE BORBON , SE ESTABLECIO EN ESPAÑA LA ACUÑACION DE LA MONEDA EN VIROLA POR EL
SISTEMA DE GENGEMBRE MDCCCXXXIII: virola
de tres cachos de flores de lis.
El ultimo duro que se hizo de Fernando VII el
año de 1833, que es rarísimo ya, porque murió el rey antes de su acuñación, no
se publicó, tiene la virola en tres segmentos con la leyenda “ DIOS ES EL REY
DE LOS REYES” , la cual se uso igual para los primeros duros de Isabel II.
Pero por
acuerdo de las Cortes Constituyentes de 1837 , se pone en la virola: LEY PATRIA
Y REY.
GENGEMBRE: VOLANTE DE Droz perfeccionado por gengembre.
Un ejemplo de las primeras monedas acuñadas a volante ya en tiempo de Isabel II.
En el segundo tercio del
siglo XIX se producirá la "liberación del ser humano" con la
automatización definitiva del momento de la acuñación, de la mano de novedosas
prensas movidas por la fuerza obtenida de máquinas a vapor, como las
desarrolladas por el citado Droz y por el británico Matthew Boulton entre
otros, que permitieron un enorme aumento de la producción y una mayor presión,
calidad y homogeneidad en la acuñación. La primera prensa Le Thonnelier movida
a vapor que se fabricó en España en 1856 por la Cía. Maquinista Terrestre y
Marítima de Barcelona. Fuerza mecánica obtenida del vapor que gradualmente
sería sustituida, a finales del siglo XIX, por la adaptación a estos menesteres
de los nuevos motores eléctricos.
La
virola es una aro de acero que contiene al cospel en el momento de la acuñación
y hace que la moneda sea perfectamente redonda y evita
la expansión del metal fuera de aquellos al ser troqueladas sus dos caras.
Existen 2
tipos de virolas, la virola sin segmentar, o de una pieza, primera en usarse en
prensas volantes, que permite dar forma estriada o lisa al canto.
Y la virola
partida, inventada por Droz sobre 1783 y primeramente usada en prensas a
Volantes y posteriormente en la prensa de Boulton. Está formada por 3 segmentos
y permite acuñar leyendas, motivos, estrías, cordón, lises,
etc. en el canto de la
moneda. Con el uso de la virola y con un golpe del troquel móvil quedan
acuñadas ambas caras y el canto.
Bibliografia:
Dr. D. Rafael Feria - LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN MONETARIA EN ESPAÑA, 1700 - 1868.
Numisma 2010, edición anual.